jueves, 30 de julio de 2015

Mala combinación.



Pocas veces desdoblas las sábanas amarillas

y sientes su  textura sobre tu cuerpo,
alumbrado por el resplandor del sol
a través de ellas.
Amarillas como el ayer
que sabia a nada
que palidecía en el ocaso
y hoy, hoy sabe a luna,
al recuerdo ahogado
en una cama con sábanas nuevas.
Con una analogía sin sentido...
sabanas amarillas
que no combinan con nada...
ni con los antiguos versos,
ni con el vaivén de mi vida o
con mi mueca indiferente.
Sábanas amarillas aunque
mi color favorito sea el verde
y lo único que desee sea dormir.




2 comentarios:

¡anda :) !